Siguiendo nuestros pasos por esas cortijadas abandonadas de la Provincia de Granada, en esta ocasión paramos en la "Casa Colorá", una gran cortijada que data del año 1800 y que se encuentra a las faldas de Monte Vives. El nombre de "Colorá", le viene por la Alpañata, una especie de tierra roja, que cubría sus paredes y les daba un color muy característico.
La propiedad del Cortijo era de la familia Ossuna, que provenían de los Fernández Cortacero de Alhendín.
Esta Cortijada además de servir de vivienda de sus dueños, daba cobijo a pastores, ganaderos y segadores de la comarca, en la parte exterior del cortijo había unos abrevaderos con agua para las bestias, agua que provenía de un nacimiento situado a 150 metros de la cortijada.