En Salar y cerca del yacimiento íbero del Castellón encontramos las ruinas de este Cortijo, lo más sorprendente es que es el primer cortijo abandonado que veo en el cual han encalado todas sus paredes, hasta el punto de que desde lejos parece que sigue en funcionamiento y habitado, pero tampoco le encuentro mucho sentido, pues dentro no hay nada más que ruina, no hay ningún elemento de especial interés, tejados y muros caídos. Tiene un gran patio en pendiente con un pequeño abrevadero y una vivienda alargada, en la que aún se conserva la chimenea en la primera puerta, del resto no queda nada. Está situado a los pies de la Cañada Real que unía Sevilla con Granada, de hecho también y a pocos cientos de metros se encuentran las ruinas de la Venta del Cantón.
Y como siempre su ubicación en nuestro mapa de cortijos abandonados